-Ves, aquà no hay nada a lo que temer hija, solo tu ropa.
-¿Seguro mami?- pregunta mientras mira con recelo el interior de su armario.
A continuación, su madre se agacha y la invita a hacer lo mismo para mirar juntas bajo la cama.
-Aquà tampoco, solo está la pieza del puzzle que estabas buscando esta tarde.
-Oooh vaya, gracias mami.
Aún asÃ, Clara no quiere quedarse a oscuras sola en su cuarto y no quiere admitir que tiene miedo. Le pide a su madre que le deje encendida la luz para ver los dibujos de su cuento favorito. Su madre sonrÃe y al final se queda un ratito a contarle una bonita historia de un niño que tenÃa como misión contar estrellas todas las noches. Al final, Clara cae rendida y se duerme apaciblemente.
Al dÃa siguiente, al volver del cole se encuentra con una sorpresa, su padre ha decorado el techo con estrellas que brillan en la oscuridad, y también ha colocado una hermosa luna.
- Ahora podrás contar todas las noches las estrellas como el niño contador de estrellas.
- ¡Qué bien papi, ahora yo seré la contadora de estrellas!
El invento solo funciona los dos primeros dÃas, al tercer dÃa, Clara sigue en sus trece de no querer quedarse a oscuras.
Mientras desayuna al padre de Clara se le acaba de ocurrir una idea. Esa misma tarde, cuando salga del trabajo, irá a comprarle un regalo que seguro le hará mucha ilusión. Todo hay que admitirlo, en el fondo a él también le hace ilusión el regalo y compartir su afición con su hija.
Cuando llega la noche, Clara se resiste a ir a su cuarto. Tiene miedo a la oscuridad. Su padre la coge de la mano y la lleva a su cuarto. Justo delante de la ventana hay un telescopio. Clara abre sus ojitos entusiasmada y corre a mirar por el telescopio. Su padre apaga la luz y los dos contemplan el cielo estrellado. Clara empieza a contar estrellas.
-¡Papi hay miles de estrellas!
-Sà hija, hay miles de estrellas y algunas no se pueden ver a simple vista. Para verlas está el telescopio. Y también podrás ver algún que otro planeta.
- ¿Papi, les puedo poner nombre a las estrellas?
Su padre sonrÃe y deja a Clara que cuente las estrellas y les vaya poniendo nombre, ahora parece feliz y no tiene temor a la oscuridad.
-Sabes papi, cuando sea mayor seré astrónoma y descubriré nuevas estrellas o planetas y les pondré nombre.
-¿Ya no te da miedo estar a oscuras?
- No papi, no estoy a oscuras veo la luz de mis amigas las estrellas.
- Vaya eso si que es bonito.
Clara tiene sueño, da las buenas noches a su padre y se abraza feliz a su osito de peluche...¡Hasta mañana Clara!
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