dibujado por Juan Miguel Barrado López |
Silvestre y nuestra amiga Melisa han quedado en reunirse muy temprano, para empezar a trabajar en la máquina del tiempo. El ratón Melitón que tiene los planos de construcción está algo nervioso pues acaba de divisar a dos gatos hambrientos, y despavorido se ha escondido en un rinconcito para no servirles de manjar exquisito.
En el jardín de Silvestre, al lado del garaje, están los dos reparando el viejo tractor del abuelo, y que con tanto martillazo, a Melisa se le ha escapado y a "Cuatropelos el fisgón" en la calva le ha golpeado.
Entusiasmados están con la reparación del tractor, Silvestre ha decidido incorporarle un pequeño pero potente ordenador. Han recubierto el techo con un cristal antibalas muy especial que aproveche la luz solar. Y dentro del tractor han colocado otro superordenador, para controlar las horas y el año al que han de viajar, pues no quieren que nada les pueda fallar.
El abuelo Martín, que acaba de asomarse por allí, pasmado se ha quedado al ver lo que su viejo tractor ha cambiado.
-Decidme chicos ¿que pretendéis construir con tanto entusiasmo?
-¡Una máquina del tiempo abuelo!- exclama entusiasmado Silvestre.
-¿Estáis seguros de que funcionará vuestro invento?
- No lo sabemos aún, pero con mi inteligencia y la mágica aportación de la sabiduría de mi amiga Melisa algo saldrá abuelo, tampoco tenemos prisa.
"Cuatropelos" que sigue espiando, tan sigiloso como una lombriz, no se ha dado cuenta de que un gato enfadado por su presencia se le está acercando y le acaba de arañar la nariz.
Ya están casi terminando la máquina, solo falta poner la batería, discuten sobre el combustible a consumir, al final dicen que le pondrán un panel solar, pues es más limpia y no contamina.
Para saber si la máquina funciona hacen una prueba y dentro del tractor han colocado una breva y la mandan cinco minutos atrás en el tiempo, pero al volver al momento actual, la breva sigue ahí y no saben si la cosa falla o están en lo cierto. Así que han decidido probarla uno de ellos, en este caso Melisa, y cuando vuelve está que se parte de risa. Dice haber visto a cuatro pelos peleando con el gato, que ha visto lo que pasó hace un rato. Así que han comprobado que la máquina funciona y mañana harán su primer gran experimento ir a visitar una época o un cuento. Pero eso ya será mañana, pues nuestros amigos ya no tienen fuerzas ni para comerse una manzana. Y "Cuatropelos" acaba de llegar a su casa, pero eso sí antes ha tenido que pasar por la farmacia. Lleva la nariz arañada y un enorme chichón y se ha tenido que comprar pastillas para calmar tanto dolor, entre quejas se dice a sí mismo que eso le pasa por fisgón.
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