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Las aventuras de la bruja Melisa. Una aventura prehistórica.


Melisa se ha levantado muy temprano, está ansiosa por probar la máquina del tiempo, y viajar a algún lugar de cuento. Llama al ratón Melitón, que está durmiendo felizmente en su rincón. Pero Melitón sigue felizmente durmiendo,  Melisa anoche preparando uno de sus ungüentos provocó una pequeña explosión y ahora Melitón no oye un pimiento.
   De camino a la casa de Silvestre, Melisa tiene la sensación que alguien la sigue y la vigila, pero por más que mira no ve a nadie....¿Serán imaginaciones mías? piensa mientras camina.
  Cuando llega a casa de su amigo, este la espera ya impaciente tiene ganas de probar ese maravilloso artefacto que los dos han construido. Verás este trimestre el premio de invención será para nosotros y mi primo se quedará llorando de morros.

- ¡Melisa ya tengo todo preparado para la prueba, ven corriendo!
- ¡Qué nervios! 
-Bien, vamos a prepararlo todo.
-Melitón, programa el viaje para ir a una fecha en la que ocurriera algo extraordinario.
- ¡Cómo mandéis chicos!
Como Melitón no oye bien, ¿Qué pensáis que habrá hecho? El suceso extraordinario es que Melitón le ha dado a la época de los dinosaurios.
-¡Corre Melitón sube a prisa! grita nuestra amiga Melisa.
-¡Allá voy!
  Desde la tapia, una figura salta y al tractor se encarama, ¿será una rama?...Noooo es el fisgón "Cuatropelos", que no quiere perderse la aventura, pero eso de meterse en una especie de maletero que los niños han construido parece toda una locura.
   Al llegar a la fecha elegida, se encuentran con una especie de bosque con enormes árboles. Melitón tiembla de miedo,  ya que a él los dinosaurios le dan mucho respeto.
- ¿ Por qué tiemblas Melitón?
- Me dan miedo los dinosaurios, sólo soy un pobre ratón.
- ¡Ay madre, Melitón qué has hecho!
- ¡Qué decís aquí no hay techo!
- Madre mía, Melitón padece de sordera
- ¡No gracias, no me gustan las peras!
-Silvestre, creo que Melitón está algo sordo por mi experimento de anoche cuando preparaba un ungüento para curar heridas.
- Claro, ahora tenemos a Melitón que no oye un pimiento.
- ¡Me niego, no más ungüentos, ni explosivos experimentos!
  Bien, pues ya que hemos llegado hasta esta fecha histórica, aprovechemos e investiguemos.
   Los niños y Melitón se han ido a inspeccionar un poco de terreno, tienen curiosidad si los dinosaurios que ven en las películas existen de verdad.
   Al llegar a un claro, Melitón divisa a un dinosaurio, muy gordo pero con un cuello largo y fino. Los dos niños entusiasmados exclaman al mismo tiempo.
-¡Wow es un diplodocus o  cuello largo!
- ¡Qué leopardo ni leches! es un Di-plo-do-cus, acaso no se nota que es un dinosauriooo. ¡Qué incultura la de estos niños! 
 Siguen avanzando por una inmensa llanura, pero oyen pisadas tras ellos y están algo nerviosos.
- Oye Melisa estoy algo nervioso ese ruido ¿no será de algún oso?
-Qué va, no lo creo más bien parece un animal pequeño.

 De repente ven asomar una calva, es "Cuatropelos el fisgón" que acaba de darse un tropezón, y lo peor es que ha despertado a un Anquilosáurido que se ha enfadado y con su cola en forma de mazo le ha dado un guantazo.
-¡Huy eso debe de doler! dice Silvestre.
-¡Es mi vecino Cuatropelos el fisgón, que nos ha seguido escondido en el tractor!
-¡Esperadme chicos, no me abandonéis!
-¡Vale pero debe seguirnos a nosotros sin rechistar, ni hacer tonterías!
-Os lo prometo.
  Siguen adelante para esconderse del furioso dinosaurio, pero lo que no saben es que les espera una sorpresa desagradable. Melisa que ha sido previsora saca su cámara de fotos para tener una prueba de que la máquina del tiempo funciona y para poder presumir de que ha visto los dinosaurios. Y de paso ha inmortalizado a cuatro pelos en el momento famoso de la historia....Lo ha titulado " La curiosidad le sorprende de un mazazo" y luego se lo ha enseñado a Silvestre y a Melitón que se han reído de lo lindo, mientras Cuatropelos estaba en el guindo. Y tan en babia estaba que creyendo que era una pelota, este fisgón cabezota le ha dado una patada a un huevo de Tiranosaurio, y la madre dinosaurio al ver la trastada ha emprendido su venganza.
-¡Corred chicos, corred!
-¡Waaaa Melisa no pares, vamos hasta el tractor a prisa! 
 No se de dónde ha salido la energía de Melitón, que corre tan a prisa que parece un gran corredor. Va el primero, debe llegar cuanto antes y programar el regreso, para quitarse el susto está pensando en comer un buen trozo de queso.
  Llegan todos a tiempo, y Melitón ya tiene programada la vuelta, pero falta cuatro pelos, que es el más lento, pero de un salto se incorpora a tiempo. Y cuando el Tiranosaurio abre la boca para pegar bocado, nuestros amigos desaparecen para regresar a salvo.
    Ya están en el jardín, resoplando con alivio. El vecino Cuatropelos está llorando como un niño. No en vano, se ha dado un buen susto. A punto ha estado de que un Tiranosaurio se lo zampe de un bocado. Los niños le consuelan y le invitan a una merienda para que se les pase a todos el susto. Y el ratón Melitón ya está degustando su trozo de queso, que la carrera ha sido un gran esfuerzo.

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