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Las aventuras de la bruja Melisa. En la boda de la Infanta Isabel de Castilla y Manuel I de Portugal

 

   Han empezado las clases de nuevo tras las vacaciones de Navidad y a Melisa le cuesta levantarse temprano una barbaridad.
    Es lunes y Melisa tiene mucho sueño, también siente escalofríos, pero no es a causa de la ola de frío, sino de un resfriado que no la deja ni respirar, y a cada segundo empieza a estornudar. Se le ha ocurrido hacer uno de sus remedios y ha llamado a nuestro amigo Melitón, para que le vaya preparando zumo de limón. El búho Ricardo le recomienda que tome leche caliente con miel, pues eso sabe que le irá muy bien. Pero nuestra amiga opta por hacer su ingenioso remedio y, por si las moscas Melitón y el Búho Ricardo se quitan del medio.
    De momento no notan nada, sólo que está más contenta y de los estornudos y de los escalofríos ya no queda nada. Sólo algo raro, que a todo contesta cantando algo. Por ello nuestros amigos Ricardo y Melitón han decidido seguirla hasta el colegio con mucho sigilo.
   Se despide de su madre, que al verla de sopetón se lleva un buen susto.
-¡Ay chiquilla que no te había visto!
 Y  Melisa responde muy cantarina.
- Cuando crees que me ves cruzo la pared hago ¡chas! y aparezco a tu lado.
-Vaya que buen humor tienes esta mañana.
 Melisa se marcha al colegio feliz y animada, y al cruzarse con su tío le contesta muy entusiasmada.
-¡Hola Melisa! 
-Me voooy que láaaastima pero adios me despido y al instiiii me voooy- contesta en plan Julieta Benegas.
 Su tío Ramón- Cuatropelos " el fisgón"- se ha quedado algo preocupado y ha decidido que acompañará a Melitón y al búho Ricardo, para que le cuenten lo que ha pasado.
 En clase todo transcurre con normalidad, hasta que la profe de Matemáticas empieza a comentar los deberes de clase, y la cosa empieza a cambiar.
- Para mañana os voy a mandar tres problemas nada más, algo complicados pero son solo tres así que no os podéis quejar.
 Pero sorprendentemente Melisa empieza a cantar, eso sí sin poderlo evitar.
-Que yo no quieroo problemas que los problemaaas amargaaan- Parece David de María  y a todos les da la risa.
 Esto enfurece a la profesora que dirigiéndose a Melisa le comenta.
- Pues si le parece tan divertido para usted van a ser cuatro.
Lo que no espera la profesora es la reacción de nuestra amiga.
- ¡Uno, dos, tres, cuatro maaaamboo uuup!- y a ritmo de mambo ha contestado y a todos los ha dejado muy extrañados.
 Como es de esperar, la profesora la ha mandado al despacho de la jefa de estudios, ya que el director está de baja por un problema estomacal.
 -¡Melisa al despacho de la jefa de estudios ahora mismo!
 - Volandooo voooy volaanndo veengo por el camiiino yo me entretengoo.
  Eugenio y Silvestre se miran y se quedan estupefactos, ya que no saben que es lo que está pasando, pero al mirar a la ventana ven al búho Ricardo haciendo señas y ya entienden que sucede algo raro. 
   Cuatropelos entra en el Instituto para hablar con la jefa de estudios para comentarle el extraño problema y todo queda en una reprimenda sin apenas consecuencia.
 Cuando Melisa sale de clase al ver a nuestros amigos todos reunidos esperándola, ella contesta feliz.
- Hoy tengo buenas noticias después de todo no todo ha salido mal y tengo una primicia ya se dónde vamos hoy a viajar.
- Vaya ahora ha tocado la versión Chenoa- comenta divertido Melitón.
- Pues tu dirás amiga a dónde vamos.
- Y me iré, iré iré a la época de los Católicos.
- ¡Vamonos Melisa-Alejandro Sanz!
 Viajan al año 1497 y aparecen en la villa de Valencia de Alcántara en la provincia de Cáceres. Se celebra un magno acontecimiento, todo está engalanado para un real casamiento. Se van a celebrar las bodas de la Infanta Isabel de Castilla y el Rey Manuel I de Portugal. Hay preparados muchos festejos, y hay algo que les ha llamado la atención hasta de lejos. Es un chico con un jersey rojo de cuello alto que no concuerda con la época. La jefa de estudio que se ha empeñado en acompañarles hace un comentario.
- ¿No será que me están tomando el pelo y estamos en un carnaval y estos soldados son de pacotilla?
 El soldado de la Guardia Real que la oye se dirige a ella.
- Señora si es usted tan amable retire ese insulto tan feo y deplorable.
- Ya, esto es una broma ¿verdad? me están tomando ustedes el pelo y este fantoche es un actorzucho de medio pelo. Comenta mientras le tira del pelo.
-¡Parad señora o la llevo a las mazmorras!
- Que no me la dais que esto es una vulgar broma.
- ¡A mi la guardia, llevad a esta señora a los calabozos del castillo!
 La profesora no para de hablar y quejarse y dice que llamará a su abogado y uno de los guardias exclama ya cansado.
- ¡Te irás a la mazmorra por no callarte vieja cotorra!
- ¡Eso no se lo consiento pedazo de jumento!
 Y así con estas, se llevan a la jefa de estudios que no parece demasiado contenta.
 Nuestros amigos se acercan al muchacho que acaban de ver y el les comenta que se llama Juan Miguel, que resulta ser el amigo del primo de Melisa que ha viajado con ellos y les ha perdido la pista. Al parecer les falla la máquina y les hace viajar sin control y necesitan para arreglarla varias piezas, entre ellas un condensador. Nuestros amigos invitan al muchacho a unirse a ellos, así podrá regresar sano y feliz de nuevo a nuestro tiempo. 
 Hacen un recorrido por la villa para ver si encuentran al primo y la tía de Melisa. A la ceremonia se acercan carros y caballerías. Asisten los ilustres apellidos de la Villa, los Ponce de León, los Barrado, los Contreras, los Sotomayor y los Maldonado. 
   Al pasar los Barrado al lado del joven Juan Miguel, el jefe de la comitiva se le queda mirando como si lo conociera bien, y le pregunta si es de la villa pues su cara les resulta familiar.
- No señor, no soy de esta villa mi nombre es Juan Miguel Barrado López y soy de Murcia.
- ¡Vaya qué casualidad, yo me llamo Juan Miguel Barrado y soy noble de esta ilustre villa! ¿Seremos por casualidad familia? Amigo he pensado que podéis acompañarnos vuestra merced y amigos al feliz acontecimiento que aquí se celebra. Vengan pues con nuestra familia como parte de nuestro ilustre séquito.
 Todos agradecen la invitación que aceptan, no quieren perderse la ocasión y de paso solicitar de este noble la intercesión, para que dejen libre a la jefa de estudios, la profesora doña Asunción.
 El noble y su amigo Nicolás de Sotomayor han intercedido ante los Reyes de España por la profesora explicándoles la total confusión y en menos de una hora está libre y sin ninguna sanción.
  Les ha llamado la atención que los Reyes hablen de un famoso diseñador de moda en la corte llamado Vittorio Luschino venido de Italia y a Melisa le ha dado en la nariz que ese Vitorio puede ser Malcoco haciendo de las suyas y como por todo le da por cantar.
- Cuando tu vas yo vuelvo de allí, cuando yo voy tu todavía estás aquí crees que puedes confundirme y de qué vas.
 El diseñador se ha dado media vuelta y para sorpresa es Malcoco que ha hecho los diseños de la real vestimenta.
- ¡Malcoco! gritan todos al unísono.
 El Rey que no entiende nada le mira a los ojos y el impostor se larga corriendo como un zorro. Todos le siguen, incluyendo la Guardia Real pero al estamparse contra el muro abre un pasadizo secreto y se escapa por décimas de segundo.
 El soldado que casi le atrapa se lamenta de su mala suerte y Melisa que es chenoista le anima con una canción.
- Tengo razones para entenderte, tengo maneras de darte suerte, tengo razones para comprender queee todo te irá bien todo irá bien.
 Al Rey Don Fernando le hace gracia el extraño comportamiento de nuestra amiga, así que invita a Melisa y todos sus amigos a disfrutar de este gran día.
  Se agolpan ante la entrada y todos nuestros amigos están en primera fila para no perderse nada. Nuestras amigas Melisa, Miranda y otras compañeras, así como doña Asunción han recibido un bonito detalle; les han regalado un ramo de rosas y también una invitación. Ya llegan los Reyes y los novios y todos disfrutan de la ocasión y al terminar la ceremonia se ha entonado el ave maría que Melisa a rematado con una canción que ha dejado casi muerto de la risa al ratón Melitón.
 Las monjas de la capilla de la iglesia cantan el ave maría mientras los novios abandonan la iglesia tras darse el sí quiero, y Melisa que está cantando al compás, al llegar al ave María, ha entonado un sorprendente final.
Antes de ello el ratón Melitón le ha comentado a cuatropelos y a Silvestre:
- Ya veréis como la lía cuando llegue al Ave María.
 Es el momento triunfal, cuando el coro llega al Ave María final,  que Melisa remata de esta forma tan original.
- Ave María cuando serás mía si me quisieras tooodo te daaaríiiaaaa.
  Todos nuestros amigos se han reído de nuestra Melisa-Bisbal.

Después de disfrutar todos juntos de una boda real regresan de nuevo a nuestro tiempo, eso sí rescatando al mismo tiempo a nuestro nuevo amigo. Ya saben el problema que tienen, así que para el próximo viaje tendrán preparado el condensador. Por si acaso, Juan Miguel vuelve a verles, Eugenio le ha dado un condensador de los que utilizaron para  construir la máquina del tiempo. De esta manera lo tendrán todo controlado menos a Malcoco que de nuevo se les ha escapado.

Comentarios

  1. Vaya!!!!! Así los Barrado soy de alta cuna y que tengo que hacer ahora cada vez que entre a comentar en el blog, una reverencia?... ;P

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    Respuestas
    1. jajajaja ni idea encontré una referencia a mi apellido en el libro de Pilar Queralt del Hierro como apellido ilustre de la nobleza extremeña precisamente en el libro "Las damas del Rey" que trata de la vida de las cuatro hijas de los Reyes Católicos". De reverencias naaa,no me va a mi esas cosas y además quién te dice a ti que los Hernández no son otro linaje de alta cuna, todo es investigar ;)

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    2. Calla, con los apellidos. Recuerdas lo del trabajo de mi hijo de la
      "edad feuda"? pues era investigar sobre sus apellidos: orígenes y escudos...así que ya te digo...

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  2. Esto es un reto que me lanzó mi sobrino, de que no era capaz de hacer una aventura en la que saliera él, así que aproveché la historia de la boda de la Infanta Isabel para que saliera, así que le gané la apuesta ( que no nos apostamos nada simplemente que no era capaz)

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  3. jajajaja qué diver! ¿para cuando la próxima aventura?

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