En el pueblo de Starsfield la vida transcurría aburrida como de costumbre. Ese verano estaba haciendo mucho calor. Joseph, Allisson y Tom estaban preparando sus mochilas para ir a pescar al lago. Salieron temprano para aprovechar la tarde y darse un baño. De camino al lago, pasaron por la casa del viejo Zacarías, tío abuelo de Allisson, para saludarle. El viejo Zacarías era un hombre afable y se dedicaba a tallar figuras de madera que luego solía vender en Otoño en el mercado de artesanía. Descansaron un rato y aprovecharon para tomar una limonada fresca que Emily, la mujer de Zacarías, les había preparado. No estuvieron mucho tiempo más y se marcharon camino al lago.
Al pasar cerca de la casa del árbol de los Thompson vieron a Edward que estaba trabajando en la reparación de la valla del jardín. La casa de los Thompson estaba vacía desde hacía un año y Edward se ocupaba del mantenimiento y al menos una vez al mes Robert Thompson solía acercarse para pagar su sueldo a Edward y hacer algunas gestiones en el pueblo. Pero aquella magnífica casa permanecía vacía desde el fallecimiento del pequeño Robert. Su madre, Evelyn se sumió en una grave depresión y su marido decidió que lo mejor era salir del pueblo durante una larga temporada para que su mujer y su hijo Peter pudieran reponerse de la pérdida del pequeño.
Saludaron a Edward, y prosiguieron su camino. El lago ya estaba cerca, podían notar el frescor de la vegetación y del agua. Buscaron un lugar dónde cobijarse del sol mientras esperaban la deseada captura y dónde poder tomar un refrescante chapuzón.
Estaban preparando sus cañas de pesca, Allisson ya había escogido su puesto para empezar a lanzar la caña. Joseph propuso que aquél que capturara el pez más grande sería nombrado ganador del lago de Starfield y que los demás deberían invitar al ganador a un gran helado en la heladería italiana de Gelato´s de Francesco Pioppoli, la mejor heladería del pueblo y todos sus alrededores.
Al cabo de unos minutos, la caña de Tom empezó a moverse, éste nervioso dio un salto y tomó la caña y empezó recoger el sedal, el pez se resistía con fuerza. Tom estaba cada vez más nervioso, no quería perder la tan ansiada pieza, intentaba recoger lo más rápido posible pero sin forzar demasiado para no perder el pez. Al final pudo ver su pez, era una magnífica carpa, esta vez el sería el campeón. Después de hacerle una fotografía para dejar constancia de su logro devolvieron el pez al agua.
Estaba apretando el calor, por lo que decidieron hacer un descanso y darse un buen chapuzón. Estuvieron jugando un buen rato en el agua. Al salir decidieron tomar la merienda que llevaban en sus mochilas para luego seguir probando suerte.
Joseph no quería rendirse tan pronto, así que preparó uno de sus mejores señuelos, quería ganar a toda costa. Al cabo de unos segundos notó como su caña se movía con fuerza, esta vez estaba seguro de que su pieza sería mayor que la de Tom. Recogió su caña y ahí estaba una carpa mayor que la de Tom. Allisson también tuvo suerte, pero su carpa no llegaba a superar siquiera a la de Tom. La cosa estaba clara, Joseph había ganado la apuesta.
Tan entusiasmados estaban que no se habían dado cuenta de la hora, había anochecido. Guardaron todas sus cosas y se encaminaron de vuelta a casa. Al pasar por la casa del árbol, les llamó la atención una luz muy tenue en la casita del árbol, parecía la luz de una vela o de algún farol. De repente oyeron un suspiro muy fuerte y se sobresaltaron, luego Tom sintió como si alguien respirara profundamente a sus espaldas, el corazón empezó a latir desbocado, estaba casi paralizado. Allisson parecía haber oído lo mismo que Tom y quiso gritar pero apenas le salía la voz, se miraron y como si sus miradas hablasen, los tres chicos empezaron a correr sin mirar atrás. Llegaron a la casa de Zacarías y vieron la luz del porche encendida y a Evelyn sentada junto al viejo Zacarías cenando. Ellos siguieron corriendo hasta llegar a sus casas.
Al día siguiente, los chicos se lo contaron al hermano de Allisson y a dos de sus amigos y decidieron ir todos juntos al lago a pescar y ver si lo que les habían contado era o no cierto.
La tarde transcurría tranquila al igual que la tarde anterior, solo que esa tarde al anochecer se levantó algo de viento. Al emprender el camino de regreso, vieron la luz de la casa de los Thompson encendida y la sombra de un niño muy pequeño, al lado pudieron distinguir la figura de otro niño más mayor. La casita del árbol también tenía la misma luz, quisieron acercarse algo más , pero el crujido de una rama de un árbol les hizo desistir, al momento oyeron esa respiración tan intensa que les hizo estremecerse de miedo. Empezaron a correr de camino hacia la casa del viejo Zacarías, iban tan aprisa que el hermano de Allisson, George, tropezó con una piedra y se golpeó en la cabeza. Allisson se paró para ver qué le había ocurrido a su hermano, afortunadamente sólo tenía una brecha en la frente. Pararon en la casa del viejo Zacarías para curarse.
El viejo Zacarías se inquietó al ver a George sangrando de esa manera. Los chicos le contaron lo sucedido. Estaban aterrados de miedo, pero el viejo Zacarías los tranquilizó. Resultó que los Thompson habían vuelto de nuevo al pueblo esa misma mañana y el pequeño que habían visto era Tommy el hijo pequeño de los Tomphson que apenas tenía un año, y el más mayor era Peter. El sonido de la respiración que habían oido era Maggie, una lechuza que andaba por los alrededores de la casa de los Thompson.
Al día siguiente, los chicos se acercaron para preguntar por Peter, le invitaron a pescar. Allí en el lago le contaron lo sucedido y Peter se echó a reir. Les contó que en la casita del árbol en la que solía jugar con su hermano Robert tenían un farol que funcionaba con energía solar y que por el día se recargaba para luego alumbrar la casita. Edward la había puesto allí para ahuyentar a todo el que quisiese entrar en la casita. Les comentó además que Edward construyó un comedero para aves y la lechuza que ellos bautizaron como Maggie había construido su nido en el árbol de al lado. Confesó que la primera vez que la oyó por la noche él también se asustó. Después de explicarles toda la historia, invitó a sus amigos a una pequeña cena y luego su padre les llevó a cada uno a sus casas.
Joseph no quería rendirse tan pronto, así que preparó uno de sus mejores señuelos, quería ganar a toda costa. Al cabo de unos segundos notó como su caña se movía con fuerza, esta vez estaba seguro de que su pieza sería mayor que la de Tom. Recogió su caña y ahí estaba una carpa mayor que la de Tom. Allisson también tuvo suerte, pero su carpa no llegaba a superar siquiera a la de Tom. La cosa estaba clara, Joseph había ganado la apuesta.
Tan entusiasmados estaban que no se habían dado cuenta de la hora, había anochecido. Guardaron todas sus cosas y se encaminaron de vuelta a casa. Al pasar por la casa del árbol, les llamó la atención una luz muy tenue en la casita del árbol, parecía la luz de una vela o de algún farol. De repente oyeron un suspiro muy fuerte y se sobresaltaron, luego Tom sintió como si alguien respirara profundamente a sus espaldas, el corazón empezó a latir desbocado, estaba casi paralizado. Allisson parecía haber oído lo mismo que Tom y quiso gritar pero apenas le salía la voz, se miraron y como si sus miradas hablasen, los tres chicos empezaron a correr sin mirar atrás. Llegaron a la casa de Zacarías y vieron la luz del porche encendida y a Evelyn sentada junto al viejo Zacarías cenando. Ellos siguieron corriendo hasta llegar a sus casas.
Al día siguiente, los chicos se lo contaron al hermano de Allisson y a dos de sus amigos y decidieron ir todos juntos al lago a pescar y ver si lo que les habían contado era o no cierto.
La tarde transcurría tranquila al igual que la tarde anterior, solo que esa tarde al anochecer se levantó algo de viento. Al emprender el camino de regreso, vieron la luz de la casa de los Thompson encendida y la sombra de un niño muy pequeño, al lado pudieron distinguir la figura de otro niño más mayor. La casita del árbol también tenía la misma luz, quisieron acercarse algo más , pero el crujido de una rama de un árbol les hizo desistir, al momento oyeron esa respiración tan intensa que les hizo estremecerse de miedo. Empezaron a correr de camino hacia la casa del viejo Zacarías, iban tan aprisa que el hermano de Allisson, George, tropezó con una piedra y se golpeó en la cabeza. Allisson se paró para ver qué le había ocurrido a su hermano, afortunadamente sólo tenía una brecha en la frente. Pararon en la casa del viejo Zacarías para curarse.
El viejo Zacarías se inquietó al ver a George sangrando de esa manera. Los chicos le contaron lo sucedido. Estaban aterrados de miedo, pero el viejo Zacarías los tranquilizó. Resultó que los Thompson habían vuelto de nuevo al pueblo esa misma mañana y el pequeño que habían visto era Tommy el hijo pequeño de los Tomphson que apenas tenía un año, y el más mayor era Peter. El sonido de la respiración que habían oido era Maggie, una lechuza que andaba por los alrededores de la casa de los Thompson.
Al día siguiente, los chicos se acercaron para preguntar por Peter, le invitaron a pescar. Allí en el lago le contaron lo sucedido y Peter se echó a reir. Les contó que en la casita del árbol en la que solía jugar con su hermano Robert tenían un farol que funcionaba con energía solar y que por el día se recargaba para luego alumbrar la casita. Edward la había puesto allí para ahuyentar a todo el que quisiese entrar en la casita. Les comentó además que Edward construyó un comedero para aves y la lechuza que ellos bautizaron como Maggie había construido su nido en el árbol de al lado. Confesó que la primera vez que la oyó por la noche él también se asustó. Después de explicarles toda la historia, invitó a sus amigos a una pequeña cena y luego su padre les llevó a cada uno a sus casas.
Y Melisa???...es que ha terminado?
ResponderEliminarNo, no ha terminado es que está de vacaciones y estoy esperando a que vuelva XD....
EliminarEsa pesca de carpas me recuerda otra de hace bastante tiempo, donde el maestro chavalin nos enseño a pescarlas con una masa muy apetitosa hecha para la ocasión. Guardo fotos de aquel día, con las carpas cogidas ;)
ResponderEliminarBesoooosss
Sí, esa masa a veces cuando la hacía me daban ganas de comérmela yo XDD
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