Empieza a anochecer, es verano y hay muchos curiosos y turistas que pasean por las salinas de San Pedro. Los bañistas de la playa apuran las horas de luz para darse el último chapuzón del día. La quietud de las aguas de las salinas confieren al paisaje un remanso de paz y un ambiente ideal para relajarse.
Paseando con sus nietos en busca del fresco de la noche, Francisco va contando miles de historias para entretenerlos un rato. Llegan a un merendero habilitado en el parque de las salinas, allí se sientan a descansar un rato mientras los chicos se terminan su merienda. En el lugar hay otras familias que disfrutan de la tarde. Mientras se van apagando los últimos rayos de sol, Francisco les cuenta a sus nietos una historia. Ellos le preguntan si sabe alguna historia de misterio, de castillos con dragones, o de peces monstruosos. Francisco, viejo marino, se ríe. Y empieza a contar una historia que se va inventando sobre la marcha.
Si os contaré una historia sobre la princesa de las salinas. En las noches de verano en las que hace acto de presencia la niebla, la princesa de las salinas aparece en los caminos en busca de un alma noble que la libere. Pero nadie ha podido lograrlo....
-¿Por qué no han podido lograrlo? pregunta con curiosidad Elena.
Os contaré la historia. Amira era una princesa mora que habitaba en el reino de Murcia hace muchos años. Su padre quedó viudo cuando Amira era muy joven. Pronto contrajo nuevas nupcias con una joven algo más mayor que Amira. La nueva reina, era ambiciosa y envidiaba la belleza de Amira.
Cuando llegaba la época estival, la corte del rey se trasladaba hasta un palacete situado cerca de estas salinas. A la joven princesa le encantaba contemplar los flamencos, los zampullines, en fin todas las aves que pueblan las hermosas aguas de este bello lugar. Un día conoció a un joven pescador de la zona, con el que entabló amistad. Era un joven hermoso y valiente. La joven reina se enteró de dicha amistad, al conocer al joven la reina se enamoró también y en un arrebato de celos contrató a una famosa bruja del lugar. La bruja le dijo que podía hacer un encantamiento para que el joven se enamorara de ella. Pero el hechizo no hizo efecto, así que la despiadada reina le cortó la cabeza a la bruja. Entonces contrató a un mago de un reino lejano para que la joven se convirtiera en el ser más horroroso de cuantos pueblan la tierra. El mago al contemplar la belleza de la joven se arrepintió de lanzar el hechizo y modificó el encantamiento por otro según el cual la joven por el día se convertiría en un hermoso flamenco y que al desaparecer el último rayo de sol, tomaría forma humana. De esa forma la joven tendría la oportunidad de volver a encontrar a su amor. Pero la malvada reina sabedora de la traición mandó arrojar al fondo del mar al mago y con él al joven pescador. La princesa al enterarse de lo sucedido cayó en un estado de suma tristeza, por eso al tomar forma humana al anochecer y sumida en su dolor se arrojó al fondo del mar para reunirse con el amor de su vida, al parecer se ahogó pero no encontraron nunca su cuerpo.
El rey al enterarse de lo sucedido mandó decapitar a la malvada reina y por más que buscó, a la princesa no halló. Contrató a un viejo mago galés, que le dijo que la princesa había sido objeto de un encantamiento que iba incluso más allá de la muerte. Para que su alma descansara en paz, debería vagar por las salinas hasta que una alma noble se enamorara de ella. El rey al oír esto empezó a llorar desconsoladamente, pues entendió que eso era imposible....Desde entonces, en las noches de verano cuando la luna ilumina el camino, la princesa pasea por sus salinas para encontrar un joven de alma tan noble como su amado para que la libere de tan cruel castigo...
Si os contaré una historia sobre la princesa de las salinas. En las noches de verano en las que hace acto de presencia la niebla, la princesa de las salinas aparece en los caminos en busca de un alma noble que la libere. Pero nadie ha podido lograrlo....
-¿Por qué no han podido lograrlo? pregunta con curiosidad Elena.
Os contaré la historia. Amira era una princesa mora que habitaba en el reino de Murcia hace muchos años. Su padre quedó viudo cuando Amira era muy joven. Pronto contrajo nuevas nupcias con una joven algo más mayor que Amira. La nueva reina, era ambiciosa y envidiaba la belleza de Amira.
Cuando llegaba la época estival, la corte del rey se trasladaba hasta un palacete situado cerca de estas salinas. A la joven princesa le encantaba contemplar los flamencos, los zampullines, en fin todas las aves que pueblan las hermosas aguas de este bello lugar. Un día conoció a un joven pescador de la zona, con el que entabló amistad. Era un joven hermoso y valiente. La joven reina se enteró de dicha amistad, al conocer al joven la reina se enamoró también y en un arrebato de celos contrató a una famosa bruja del lugar. La bruja le dijo que podía hacer un encantamiento para que el joven se enamorara de ella. Pero el hechizo no hizo efecto, así que la despiadada reina le cortó la cabeza a la bruja. Entonces contrató a un mago de un reino lejano para que la joven se convirtiera en el ser más horroroso de cuantos pueblan la tierra. El mago al contemplar la belleza de la joven se arrepintió de lanzar el hechizo y modificó el encantamiento por otro según el cual la joven por el día se convertiría en un hermoso flamenco y que al desaparecer el último rayo de sol, tomaría forma humana. De esa forma la joven tendría la oportunidad de volver a encontrar a su amor. Pero la malvada reina sabedora de la traición mandó arrojar al fondo del mar al mago y con él al joven pescador. La princesa al enterarse de lo sucedido cayó en un estado de suma tristeza, por eso al tomar forma humana al anochecer y sumida en su dolor se arrojó al fondo del mar para reunirse con el amor de su vida, al parecer se ahogó pero no encontraron nunca su cuerpo.
El rey al enterarse de lo sucedido mandó decapitar a la malvada reina y por más que buscó, a la princesa no halló. Contrató a un viejo mago galés, que le dijo que la princesa había sido objeto de un encantamiento que iba incluso más allá de la muerte. Para que su alma descansara en paz, debería vagar por las salinas hasta que una alma noble se enamorara de ella. El rey al oír esto empezó a llorar desconsoladamente, pues entendió que eso era imposible....Desde entonces, en las noches de verano cuando la luna ilumina el camino, la princesa pasea por sus salinas para encontrar un joven de alma tan noble como su amado para que la libere de tan cruel castigo...
Pobrecilla!!! Las envidias, que son muy malas XD!!!
ResponderEliminar¿Has visto que rencorosa nos salió la madrastra?...si es que tienes toda la razón la envidia es muy mala XD
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