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Las aventuras de la bruja Melisa. Viaje a la antigua Grecia.



  Faltan dos días para que llegue la fiesta fin de curso, todo está preparado para ese gran día. Los exámenes se han terminado y al menos nuestros amigos todas las asignaturas han aprobado. 
   Están algo cansados, hace mucho calor y la profesora de  gimnasia les ha preparado unos refrescos y unos bocadillos de salchichón. Como Melitón anda por allí fisgoneando también se ha apuntado, el muy glotón. 
    El profesor Piedrahita que asoma por allí, lleva unos días algo flojo, entre alergias y el calor, no tiene fuerzas ni para elevar la voz. Melisa que siempre está al tanto de todo cuando acontece, le prepara uno de sus famosos remedios a base de miel, zumo de naranja, grosella y nueces.
-Humm delicioso ¿qué es este refresco? Pregunta algo dudoso el profesor, que no se fía de sus bebedizos tan estrafalarios, no por nada sino por sus efectos secundarios.
- Es un refresco hecho con miel de brezo, zumo de naranja, grosella y nueces....bueno y una hierba aromática que me dio mi amigo, el hechicero indio, para el abatimiento.
-Vaya esto funciona, me encuentro fenomenal..Si me entran ganas de bailarrr.... 
    Pues sí amigos lectores, es lo que estáis pensando. El profesor Piedrahita sufre los famosos efectos secundarios y se siente como un experto bailarín. Pero eso no quiere decir que lo haga bien, es más lo hace de pena...si os lo podéis imaginar. Con deciros que los chicos lloran de tanto reirse...
      La profesora de Gimnasia, doña Natalia, al ver al profesor Piedrahita bailar con tanta afición, de la risa se ha caído al suelo y se ha dado un buen coscorrón. Pero no penséis que le duele, sigue en el suelo...llorando...de la risa. Le duelen los músculos de la cara de tanto reírse...es más le acaba de dar la risa floja y al director que al gimnasio acaba de entrar, la risa le acaba de contagiar y la risa tonta le acaba de dar.
     Cuatropelos llama a Melisa, pues ha tenido la visita de su mujer, Elvira, que le ha comentado que tienen que viajar con urgencia a la antigua Grecia. Concretamente a una fecha determinada, pues se celebran las Olimpiadas.
-Melisa, soy tu tío Ramón. Avisa a los chicos y al profesor Piedrahita que nos vamos a las Olimpiadas.
  Como la cobertura en el gimnasio no es muy buena, Melisa no ha oído muy bien.
-¡Titooo que me dices de las empanadaaas! 
- Que no, que nos vamos a las Olimpiadas
- ¿Que te compre un tarro de mermelada?
- ¡O-lim-pia-das!
-Ah que nos vamos a Londres.
- ¡Noo a Greeeciaa! Grita desde el otro lado Cuatropelos.
- ¿Que viene una tal Lucrecia?
-¡Voy para allá y os cuento todo! Grita desesperado.
- ¿Que a la tal Lucrecia le duele el codo?  Pues tengo yo un remedio para eso.
-¡Déjalo anda!- Grita ya cansado.
- Vale te paso con Miranda
-¿Sí don Ramón?
-¿Miranda me oyes?
- Un momento que voy a moverme un poco, es que en el gimnasio no hay mucha cobertura...Ahora le oigo mejor.
- ¡Menos mal! llevo intentando decírle a Melisa que os preparéis que tenemos que viajar en la máquina del tiempo a las olimpiadas de la antigua Grecia.
- Si, le he oído perfectamente ahora aviso al profesor Piedrahita y a los demás.
- En media hora estoy ahí.
  Al cabo de la media hora, llega al gimnasio Cuatropelos con una bolsa de la relojería Nuñez. Al enterarse del viaje, doña Natalia- la profe de gimnasia- no duda en apuntarse.
   Marchan al taller y allí todos van ocupando sus puestos, y entre los chicos, alguien sigilosamente se cuela adentro.
   Llegan a la ciudad de Olimpia, todo está preparado para los juegos. Antes de ponerse en marcha, esconden el autobús y se cambian de indumentaria. Y cuando mira hacia  el último asiento Eugenio, se da cuenta de que tienen una pequeña invitada, su hermana Gilda, que no se quiere perder nada.
-¿Gilda porque no estás con los de tu clase?
- Porque me aburro y vosotros siempre estáis viajando. ¡Jo yo quiero estar con vosotroooos!
- Pero tienes que hacer caso de la profesora Natalia.
-¡Vale, lo prometo! Y me quedo al lado de este ratón tan simpático, que dice unas cosas muy graciosas.
  Melitón se pone colorado de la emoción.
    Salen todos ataviados como buenos ciudadanos de Olimpia. Y caminan entre sus calles, hasta encontrarse con Elvira. Les comenta que deben buscar a Antonio Zanahorio y a su hijo Alberto. Pero tienen un inconveniente, que solo los chicos podrán entrar en los lugares en los que se celebren las competiciones, pues no se permite la presencia de mujeres. Salvo en las carreras de cuádrigas en las que pueden participar como propietarias de los caballos participantes. Ella ha contactado con Helena una mujer muy poderosa que participa en estos juegos. Las chicas no entienden a que es debido la prohibición.
-¡Vaya rollo! en las olimpiadas modernas si participan las mujeres.
- Veréis es que en las competiciones de ésta época los atletas compiten desnudos y entonces no está muy bien visto que entren las mujeres- Explica Melitón que de historia sabe un montón.
   Ven a unos hombres portar una antorcha y colocarla en un altar en honor a Zeus. Melitón les explica a los chicos que los juegos olímpicos se celebraban en honor a los dioses del olimpo y la llama olímpica permanecía encendida en el altar erigido en honor a Zeus,  considerado el padre de todos los dioses.
   Cuatropelos le entrega a Elvira las piezas y herramientas de relojero que les había pedido. Ahora deben encontrar a Alberto, antes que lo haga Antonio Zanahorio.
    Han dado comienzo los juegos y nuestros amigos se sientan entre el público, pues eso de competir desnudos no les hace mucha gracia. Entre tanto se dedican a vigilar por si ven a Alberto o a un pelirrojo alelado. 
     Presencian algunas pruebas, pero llega el momento de la carrera de cuádrigas y todo está preparado para la emocionante carrera. Los caballos de Helena están algo débiles debido a un problema con la comida, así que Melisa improvisa una medicina a toda prisa. Solo que esta vez el efecto que provoca es que los caballos hablan y son algo chuletas. Dan la salida y el caballo blanco que tiene por nombre Brioso a la yegua del competidor de al lado le guiña el ojo.
- Oye chati, cuando te gane te invito a una cena romántica en la caballeriza del fondo... No me faltes morenaza.
  El conductor del carro no da crédito a lo que oye.. Mira a todos lados, para ver si todos han oído lo que él o está soñando.
-Venga maromo, dale al látigo que esto se pone emocionante. Le anima Valeroso que le hace una señal a su compañero Brioso.
-¿Listo colega?
-Listo hermano, vamos a enseñar a esta panda de arrastraos lo que son capaces de hacer los hermanos de Tarso.
    Salen como un rayo y apenas sin esfuerzo se colocan entre los dos primeros, y como Brioso es tan bromista, al auriga de la derecha le saca la lengua y le dice que en la nariz lleva una avispa.
         Solo queda una vuelta y están en segunda posición, Valeroso muy ingenioso le sopla a Valerón, un caballo muy fuerte pero algo tontorrón. Se ha parado en seco y el conductor del carro se caído encima de un seto. Ya llegan a meta y vencen estos parlanchines equinos y como vencedores de la prueba los coronan con olivo.
- ¿Oye tronco esto se come?.
- ¡Eh! ¿Quién ha dicho eso?- Pregunta el juez de la prueba.
- Yo no he oído nada. Responde Helena.
   El juez mira a los caballos y éstos disimulan como si nada hubiera pasado.
    Ahora toca el turno de la competición de lucha y Piedrahita llevado por su euforia se ha inscrito en esta prueba. Pero como empiezan a sonar las trompetas llamando a competición y Piedrahita se marca un charleston. Todos se mondan de risa, nunca han visto un tipo tan raro. El juez  llama a los atletas  a que comiencen la prueba y que no hagan trampas. Empieza el ataque y Piedrahita sigue con el baile. El contrincante que no entiende nada, de la risa floja se tira revolcándose por el suelo. Y el juez harto de tanta locura decide dejar el combate desierto.
      Es curioso pero hay competiciones de danza, música y poesía. Esto es nuevo para ellos, no sabían que en las olimpiadas hubieran estos acontecimientos. Eugenio "el genio" decide competir en poesía y narrativa. Al parecer le ha llamado la atención un tal Antonino de Siracusa. Es pelirrojo igual que Antonio Zanahorio, ¿será en realidad este el individuo que están buscando?
    Le toca el turno de competir a Eugenio que se ha puesto muy serio.
-Bien mi poesía se titula la dama del bosque.
" La dama del bosque tiene largos cabellos,
 los peina de noche a la luz de la luna. 
Dicen que tiene la piel blanca 
y los ojos color aceituna.
 Yo no la he visto madre,
 pero dicen que es muy bella.
 ¿Dime puedo ir al bosque a conocerla?
 No hijo no vayas al bosque de noche,
hay alimañas que acechan,
y nadie que allí de noche se adentró,
con vida al día siguiente volvió.
 Pero yo sé madre que hubo un viajero,
que allí de noche se adentró,
y por el la belleza de la dama,
todo el mundo conoció.
 No hijo no vayas al  bosque  de noche
allí solo hay alimañas,
que en la oscuridad atacan,
visita su monte de día,
cuando el sol te muestre su cara,
así podrás saber como es ella, 
o si solo son historias vanas.

    Aquí termina el poema y nuestro amigo cosecha muchos aplausos. Ahora le toca a Antonino de Siracusa, que intenta sobornar al juez con cualquier excusa.
   Risca, rasca, rascaté,
mocoso a ti te ganaré.
 Risca, rasca, rasca atrás,
 la máquina del tiempo para mí será.
Risca, rasca, rascador,
que en esta competición yo seré el ganador.

 Melitón al oír tal despropósito, se ha empezado a reír mientras estaba con un par de tomates en la mano, ha dado un traspiés y al intentar guardar el equilibrio, los tomates han salido disparados y en el rostro de Antonino han impactado. El jurado y el público viendo tanta puntería, cansados de este individuo decide imitar a Melitón y afinar puntería. De rojo tomate las vestiduras y el rostro de Antonino han quedado, el sale huyendo hacia el público de la entrada dónde está Alberto con una sábana atado. Pero un espectador que su actuación no le ha gustado, un tomate en el rostro le ha restregado. Y ese momento ha aprovechado Silvestre para liberar a Alberto y salir de allí cueste lo que cueste. Al volver en sí Antonino, comprueba que Alberto de allí ha desaparecido.
    Han logrado reunir a la familia, ahora regresarán todos juntos e intentarán arreglar la máquina para viajar otra vez a otra historia. Les queda pendiente capturar a Zanahorio, y evitar que pueda descubrir los documentos dónde se explica con detalle como se construye la máquina del tiempo. 
 - ¡Un momento narradora, que se te olvida que Eugenio ha ganado el concurso de poesía!
- ¡Gracias Melitón! 
   Si amigos, Eugenio ha ganado el concurso y como premio tiene su corona de olivo. Lástima que no pase a la historia, pero a él este triunfo le sabe a gloria. Y aunque no hayan medallas de bronce, plata y oro, el hecho de haber podido asistir al lanzamiento de tomates contra Zanahorio le compensan del todo.


Comentarios

  1. Esto es solo curiosidad, lo de la joyería Nuñez, es un patrocinador del blog, o algo asi?

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    Respuestas
    1. Que más quisiera yo, que me patrocinaran. Me vendría fenomenal, sin curro ya me dirás tu lo bien que me vendría unos ingresos. Nada ni siquiera conozco si hay alguna joyería Núñez..XDD

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    2. Jajajaja...era broma, es que me ha chocado el detalle de "la bolsa de la joyeria Nuñez", es que me imagino a cuatropelos con su bolsa tan chulo. Vamos que si, muy descriptivo, Melisa va mejorando mucho, le sienta bien el paso del tiempo. ;)

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    3. Es que Cuatropelos es muy fashion XD.. Mi sobrino es fan de Melitón. Y yo que le dije que a lo mejor terminaban las aventuras este mes, me dijo que ni hablar del peluquin, que aún le quedaban países por visitar...Estos fans son muy exigentes XDD

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