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Una tarde de lluvia muy especial


  Son las cinco de la tarde, fuera llueve a cántaros. Los rayos iluminan la calle, de pronto se oye un trueno que pilla desprevenida a la pequeña Laura. Al oír el trueno, Laura se encoge pegando un bote y sale corriendo en busca de su madre. En su cuarto, Alberto juega en su ordenador a su juego favorito. De repente, la pantalla se oscurece, la luz acaba de irse.
-¡Mamá la luz se ha ido!- grita con fastidio Alberto, que acaba de quedarse a punto de conseguir subir el nivel.
-¿No me digas?- responde su madre con ironía.
-¡Jo que aburrimiento!- comenta Laura.
-Yo también me aburro mamá, ¿qué hacemooos?- pregunta  Alberto.
-¡Tengo una idea!- les responde su madre, quien acaba de idear un juego para sus hijos.
 Los lleva al salón, y les pone en la mesa junto a la ventana para poder dibujar un mapa. En el mapa van dibujando los detalles que su madre les va sugiriendo. Al final, resulta ser un mapa de un tesoro pirata.
-¿ Y ahora que hacemos?- pregunta Alberto extrañado.
-Ahora nos subiremos a nuestro barco y buscaremos el tesoro del pirata Jack "el tuerto"- propone la madre.
-¿Y cómo sabremos que hemos encontrado el tesoro mami?-pregunta la pequeña Laura.
-¡Marinera, cuando se dirija a mí llámeme capitana!- responde su madre sonriendo.
-¡Sí capitana!-contesta la pequeña.
-Bien, veréis yo sé de un tesoro escondido en esta isla que llaman de las calaveras fantasma, y lo sé porque estaba presente cuando Jack "el tuerto" lo escondió y en este mapa que le robé están todas las pistas- explica su madre mirándolos fijamente a los ojos, enarcando las cejas y haciendo énfasis en su relato para darle mayor misterio. Los dos hermanos miran a su madre con ojos de expectación y curiosidad.
-¿Y cuál es nuestro barco?- pregunta Alberto.
- Ese de ahí, o acaso no lo veis marineros de agua dulce- responde su madre señalando el sofá.
  Se colocan un parche en el ojo y se sientan en el sofá.
- ¡Vamos marinera Laura, leve anclas!- ordena la capitana.
-¿Qué es eso capitana?- pregunta la pequeña que ignora qué quiere decir su madre con lo de levar anclas.
-¡Que subas el ancla!- responde Alberto.
-¡Aah vale, digo a sus órdenes capitana!
-¡Marinero Alberto, despliegue todas las velas, nos hacemos a la mar!
  Simulan navegar, en ese instante aparece su padre por la puerta.
-¡Mirad, es Jack " el tuerto", girar rápido a estribor!- ordena la capitana.
 -¡Os alcanzaré piratas de pacotilla, y os dejaré en el fondo del mar!- responde su marido.
-¡No te dejaremos que nos alcances, lograremos llegar antes que tu pirata de tercera división!- responde su mujer.
   Los niños se ríen viendo como su padre y su perro Rocky les siguen el juego y se suben al otro sillón simulando navegar en otro barco.
   Al pronto simulan llegar a la isla y con el mapa en mano se disponen a buscar el tesoro por toda la casa. Buscan por el salón.
- Vamos marineros, démonos prisa antes que Jack nos pise los talones.
- Aquí dice que debemos de dar diez pasos hacia el frente- indica mirando el mapa Alberto, que se ha olvidado por completo de su juego de ordenador.
 Los tres dan diez pasos y vuelven a mirar el mapa.
- Ahora tenemos que girar hacia la derecha y dar tres pasos de puntillas por el puente de los gusanos de la madera. Este puente está a punto de deshacerse por los efectos de estos gusanos que devoran toda la madera que encuentran a su paso. 
-¡Vayamos con cuidado, si se destruye el puente caeremos al foso de los cocodrilos tigre!- advierte la capitana con voz baja.
- Capitana ¿por qué habla tan bajito?- pregunta Laura.
-Oigo a los marineros de Jack, y no quiero que nos descubran.
-Entonces iremos con mucho cuidado mi capitana- responde en voz baja la pequeña, mientras camina de puntillas haciendo equilibrio.
 Han llegado a la cocina, allí se encuentran a Rocky y a su  marido disfrazados de indígenas.
-¡Huyámos deprisa, son de la tribu de los caníbales zampa zampa!- avisa la capitana.
-¡Vamos Laura, no te quedes atrás, ahora tenemos que girar a la izquierda y salir al jardín de las arañas pegajosas!
-¿Son venenosas?- pregunta Laura mientras salen a la terraza.
-No, pero si caes en su telaraña te quedarás pegado y el líquido que utilizan para pegar a sus presas suele picar mucho y a los humanos nos salen unas ronchas muy feas- explica Alberto.
-¡Puaj qué asco!
 En el jardín van con mucho cuidado de no caer en las trampas de las arañas pegajosas. Avanzan cinco pasos y giran a la izquierda entrando de nuevo a la casa en dirección al dormitorio de Alberto.
- ¡Cuidado, aquí vive el hechicero de los truenos eléctricos y tiene muy mal genio si se le despierta!- explica la capitana, mientras Laura se parte de risa. 
-¡Capitana, oigo los pasos de Jack el tuerto y sus compinches acercándose, ¿qué hacemos?- pregunta Alberto.
- Les prepararemos una trampa, mirad allí hay una red- comenta señalando una sábana.
-¿Qué hacemos con ella capitana?- pregunta Laura.
- Cuando estén a nuestro alcance se la echaremos encima y así ganaremos tiempo hasta que logren escapar de la red- explica la capitana.
 Jack el tuerto y su tripulación se aproxima sigilosamente sin apercibirse de que están a punto de caer en una trampa. Al llegar hasta la puerta del dormitorio, nuestros intrépidos piratas echan por encima la sábana y Jack y su tripulación quedan atrapados en la trampa.
-¡Avancemos, el tesoro está próximo!- grita con entusiasmo Alberto.
 Miran de nuevo el mapa y solo les queda avanzar dos pasos al oeste y entrar a la zona de las arenas movedizas.
-¡Marineros, id con cuidado aquí podemos caer en las arenas movedizas y no salir nunca- advierte la capitana.
-¡Iremos con cuidado, capitana!- responden al unísono los dos marineros.
  Entran en la habitación de Laura, y encima de la cama hay un cofre pequeño. Los chicos miran asombrados, parece de verdad. 
-¡Es el tesoro, capitana, lo hemos encontrado!- grita feliz Laura.
-¡Alto ahí, no tan rápido malandrines!- se oye decir desde la puerta de la habitación. 
Una figura emerge entre las sombras, es Jack el tuerto y su ayudante que gruñe moviendo la cola. Avanzan hacia el grupo, retándolos con la mirada. Estudiando sus movimientos.
-No dejaremos que te lleves el tesoro- advierte la capitana haciendo frente a Jack el tuerto.
- Eso ya lo veremos- responde riéndose a carcajadas Jack el tuerto.
- Somos tres y vosotros solo dos, tenéis la de perder- informa complaciente el marinero Alberto como quién sabe que va a ganar de antemano.
  En un descuido la marinera Laura se hace con el cofre y huye sin que Jack pueda hacer nada para detenerla. El resto de la tripulación forcejea y logra huir también. Jack no se da por vencido y los persigue con su lugarteniente Rocky que avanza rápidamente. Pero el ingenioso marinero Alberto le lanza una de las galletas favoritas de su inmediato perseguidor y consigue tenerle ocupado durante el tiempo suficiente para alcanzar el barco. 
  Lo han conseguido, han llegado al barco y se han hecho con el tesoro de Jack el tuerto. Lo abren y allí están, monedas doradas rellenas de chocolate. Ponen rumbo a su escondite secreto para repartirse tranquilamente el botín. Jack el tuerto no ha podido dar con ellos, pero promete que la próxima vez guardará mejor su tesoro para que nadie lo encuentre.
  Los chicos se han divertido mucho con el juego y le piden a sus padres repetirlo otro día, nunca se habían divertido tanto en familia. Ahora se disponen todos juntos a merendar, incluido Rocky.






Comentarios

  1. Está bien eso de apagar la tele y los ordenadores aunque no se haya ido la luz. Se pueden hacer cosas muy interesantes sin ellos.

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    1. Yo lo estoy comprobando esta semana, solo entro para comprobar que las entradas que tenía programadas se publicaban a la hora revista pero nada, ya me contarás como lo haces. Estos días estoy aprovechando para leer y estoy tan feliz. Me he leído de un tirón "El tiempo entre costuras" de María Dueñas (libro que si no lo has leído te recomiendo) y ahora estoy con "El juego del ángel" de Carlos Ruiz Zafón.
      Por cierto esto de jugar a los piratas buscando tesoros es lo que hacía yo con mis sobrinos y les escondía las monedas de chocolate y me inventaba las historias para hacerlo más atractivo.

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  2. Todavía no tienes arreglado el ordenador? Pues para cambiar solo el ventilador se está torrando un poco, la verdad.

    Lo de publicar entradas creo que te lo expliqué, le das a programar y eliges el día y la hora y después le das a publicar y listo. A mí me funciona, ya me contarás como te sale a tí.

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    1. Si hice eso pero no me funcionó, no sé porqué. Estuve revisando la configuración y todo lo demás pero luego no me funcionó. Probaré otro día por si hubiera sido cosa del puñetero ordenador. Pues si sigo con el ordenador averiado..En tu blog te cuento la odisea..

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