Ir al contenido principal

El hada Sybilla y su viaje al mundo real IV






  Un ejército de criaturas oscuras y monstruosas va tomando cada rincón de la villa, las gentes del lugar huyen despavoridas, cada vez son más numerosos, se van multiplicando como una plaga de ratas. Algunos humanos insensatos intentan hacerles frente, pero nada pueden hacer por parar la invasión. El resto de la población está encerrado en sus casas, parapetados y aterrados ante tan espectral visión.
   En la rebotica de la plaza mayor, tres individuos esperan impacientes una importante visita. Se hace esperar, pero ya está ahí ante ellos. Una mujer elegantemente vestida de negro aparece ahora en la puerta del despacho dónde los tres sujetos esperan con impaciencia. Es joven, su melena larga de color azabache contrasta con su piel blanca y suave como la porcelana. Su mirada es tan inquietante como terrorífica, sus negros ojos parecen pozos abismales, oscuros e inquietantes, pero hay algo en su mirada que revela al mismo tiempo una contradictoria tristeza. Mira por encima del hombro a los tres individuos y con voz firme se dirige a ellos.
-¡Dónde está Sybilla!- exige con gesto hostil.
-Está en los calabozos, mi reina-responde temeroso el boticario. Está sudando a causa de los nervios. Saca su pañuelo y se limpia el sudor frío que le resbala por la frente, al mismo tiempo que indica el camino a la reina Nasteala.
  La llevan hasta una celda al final de un pasillo estrecho y oscuro, la humedad del lugar puede respirarse y sentirse. En un rincón de la pequeña celda, acurrucada con su rostro apoyado en sus brazos  y concentrada en sus pensamientos, Sybilla no se ha dado cuenta de que alguien se acerca. Está triste, haciéndose mil preguntas, que no tienen respuesta....solo decepción. Jamás pensé que iba a encontrar un lugar así, dónde la mentira reinase a sus anchas. A mitad de camino Nasteala puede ver a Sybilla, y aunque sus propósitos son otros, no puede reprimir ciertos recuerdos. Recuerdos en los que Sybilla, su hermana menor, correteaba tras ella. La quería, era su pequeña, Sybilla la adoraba y juntas pasaban largas horas riendo y jugando. Nique por el contrario siempre rivalizaba en todo, incluso en el cariño de sus padres, era un fastidio estar siempre compitiendo con su hermana, aunque también la quería. Todo eso cambió cuando Kafer llegó a su vida, dejó de lado a todos para unirse a él, a su lucha por el poder, y fue entonces cuando se enfrentó a sus hermanas.
-¡Hola pequeña! ¿Qué tal tu nueva casa?- pregunta con ironía Nasteala.
-¿Acaso te importa?- responde con tristeza Sybilla sin mirarla a la cara. Su actitud deja algo descolocada a Nasteala, quien esperaba una respuestas más severa.
- Así que tu viaje a este mundo te ha resultado de lo más decepcionante, lo siento querida pero no sé qué esperabas encontrar aquí. Tu curiosidad, siento decírtelo, te ha salido muy cara- responde con altanería mientras se mira las largas uñas rojas y se atusa su larga cabellera negra.
-He descubierto que este miserable mundo es tan falso como tú.
-¡Buena apreciación!-asiente complacida. Ves querida, es un mundo ideal para que alguien como yo lo gobierne con algo de glamour, bueno con un glamour algo oscuro e inquietante como a mí me gusta.
En el pasillo aparece el alcalde con un frasco de cristal donde se halla recluida Clyssa. Detrás le sigue un gato negro que  avanza sigilosamente como si supiera a dónde tiene que ir. Sus ojos azules brillan en la oscuridad.
-¿Pero qué tenemos aquí? Si es Clyssa, vaya que sorpresa. Oh, mira si la pobre está en un pequeño tarro de cristal. ¡Pobrecita!- prosigue Nasteala en su irónico papel.
-¡Guárdate esa ironía hermana! cuando venga Nique te hará tragar todas tus palabras.
-¡No oses nombrar a esa en mi presencia!- grita furiosa Nasteala.
-¿Por qué acaso la tienes miedo?
-La destruiré, le haré pagar por lo que le hizo a Kafer- responde enfurecida.
-¡Mírate bien hermana, te has convertido en un ser odioso y repugnante!-replica Sybilla mirando a Nasteala con desprecio.
-¡Mentira!- grita cada vez más enfurecida.
-Eras poderosa, tus ojos eran verdes y llenos de vida y alegría, ahora están negros y vacíos. ¿Acaso no te das cuenta que Kafer solo te utilizó para gobernar él solo Fantasía?
-¡Mientes otra vez!- grita enfurecida y fuera de control propinando una fuerte bofetada a Sybilla, que la mira fijamente con cara de desprecio y desafiante. El gato negro, se enfurece y salta arañando la cara de Nasteala. Después mira fijamente al alcalde como retándole, y avanza amenazante hasta él. El alcalde intenta huir, pero da un traspié y el tarro cae al suelo haciéndose pedazos. Clyssa se libera y huye, el gato también.

Continuará...
   

Comentarios

Entradas populares de este blog

La contadora de estrellas🚀

      Llega la hora de dormir y la pequeña Clara se resiste a que la dejen sola en su cuarto. Su madre para convencerla de que no debe tener miedo, abre la puerta del armario y la anima a asomarse. -Ves, aquí no hay nada a lo que temer hija, solo tu ropa. -¿Seguro mami?- pregunta mientras mira con recelo el interior de su armario.  A continuación, su madre se agacha y la invita a hacer lo mismo para mirar juntas bajo la cama. -Aquí tampoco, solo está la pieza del puzzle que estabas buscando esta tarde. -Oooh vaya, gracias mami.   Aún así, Clara no quiere quedarse a oscuras sola en su cuarto y no quiere admitir que tiene miedo. Le pide a su madre que le deje encendida la luz para ver los dibujos de su cuento favorito. Su madre sonríe y al final se queda un ratito a contarle una bonita historia de un niño que tenía como misión contar estrellas todas las noches. Al final, Clara cae rendida y se duerme apaciblemente.    Al día siguient...

El fantasma de los ojos azules

  Esto son un inglés, un francés y un español. Llega el inglés a un hotel, cansado de buscar por toda la ciudad habitación en la que alojarse.  - Buenas noches  ¿tienen ustedes habitación libre please? - Claro que sí caballero, precisamente nos queda una libre en la primera planta. - ¡Oh very good! me la quedo. - Pero hay un inconveniente que debe usted saber. -¿Cuál es? - Que en esa habitación a las doce de la noche suele hacer aparición el fantasma de los ojos azules. - Jajaj a jaja  fantasmas a mí, pero si los fantasmas no existen my friend. - Pues tenga usted la llave de su habitación, es la número 27. - Ok.    Sube el inglés a la habitación y después de una relajante ducha se coloca su pijama y se pone a dormir plácidamente.     A las doce suenan las campanas de la cercana catedral...dong, dong ... así hasta doce campanadas. De repente suena la puerta ñegggg. Y oye una voz fantasmagórica. - ¡Sooooy el fantaasmaa de los ooojos azuuuuules! ...

Pixie y Dixie, mis ratones favoritos

    Hoy os voy a enseñar uno de mis dibujos animados favoritos de cuando era niña. Me encantaban los ratoncillos Pixie y Dixie, siempre haciéndole trastadas al gato Jinks, que tampoco dejaba de hacer de las suyas para cazar a los "malditos roedores" como el los llamaba.   Me gustaba el doblaje de los personajes animados, a Pixie le pusieron  acento mexicano y a Dixie acento cubano   ( eran mis favoritos y creo que de todos los niños de entonces) y el acento andaluz del gato Jinks (al menos así era aquí en España, en otros países no tengo ni idea).  Eso sí, cuando algo les pasaba a estos pequeños roedores, el gato Jinks se apiadaba de ellos, pero sin dejar de lado su instinto de gato que como ya sabéis siempre tiene como enemigo natural a un ratón- en este caso son dos- y entonces vuelta a la batalla. Al final, lo que se imponía era una convivencia entre estos tres seres que nos deparaban muy divertidas aventuras.