La pequeña Li Mei fue acogida con cariño por la reina Akane, la reina de las mariposas. El rey Shaoming decidió que la pequeña tenía que ser debidamente instruida en todas las artes y secretos de la naturaleza. Y así fue creciendo la pequeña en un entorno de cariño y alegría.
Mientras tanto, en palacio la tristeza se apoderó de la reina que no quería salir de su habitación. Pasaba las horas llorando la ausencia de la pequeña. Hasta que ya no le quedaron lágrimas y decidió salir todas las mañanas a buscarla, pero al regresar con las manos vacías se dejaba desplomar sobre su cama y lloraba sin consuelo.
El rey intentaba convencerla para tener descendencia, pero los años pasaban y el ansiado heredero no llegaba. El príncipe Hong-xiang se sentía cada vez más cerca de su sueño de ser rey.
Cierto día, la princesa mariposa se alejó del reino de las mariposas azules. Quería explorar más allá de los límites del bosque en el que había transcurrido su vida todos estos años. No le fue difícil convencer a Toshiro y Yoshi, sus amigos. Revolotearon largo rato hasta llegar a palacio. Li Mei recordaba aquel jardín, cada noche soñaba con él, era como si viajara cada noche hasta él para sobrevolarlo. También recordaba la ventana que daba a las habitaciones de la reina. No sabía por qué, pero todo aquello le parecía familiar, como si lo hubiera vivido antes. Al alcanzar el alféizar de la ventana, oyó unas voces que discutían.
-Mañana tomaré por esposa a la princesa Masako.
-¿Y yo, qué harás conmigo?
-No tengo otra opción, quiero un heredero.
-No es eso lo que te he preguntado.
-Te repudiaré, y partirás al lado de tu padre.
Luego, oyó un llanto desconsolado y muchos reproches. Elevó el vuelo y vio a su madre, la reina Kumiko, llorando amargamente, y a su padre mirándola con gesto serio, sin atisbo de compasión en su rostro. Se giró, y se marchó de la habitación dando un portazo. Mei Li, que se podía comunicar con los humanos intentó llegar hasta ella, pero sus amigos le cortaron el paso.
-¡No lo hagas o pondrás tu vida en peligro!-le advirtió Toshiro.
-¡Pero es ella, es mi madre!-replicó Li Mei. Lo sé, la recuerdo. Me necesita, ¿no lo entendéis?
-Si, te entendemos-le respondió Yoshi-Pero recuerda que la madre del rey Shaoming, la reina Atsuko nos contó que tu tío el príncipe Hong-xiang es cruel y despiadado y no ha cesado de buscarte para eliminarte y así acceder al trono.
-Y por lo que se ve, mi padre tampoco es muy distinto a él-respondió con tristeza.
-Tendrás tu oportunidad el mes que viene cuando cumplas los dieciocho años. Durante ese mes recuperarás la forma humana y el mismo día de tu cumpleaños podrás pedir un deseo,cuando lo hagas y estés con tu padre quizás puedas deshacer todo el mal que tus antepasados hicieron y recuperes a tu madre.
-¡Lo haré, juro que lo haré!
Se marcharon los tres de vuelta al reino de las mariposas, no sin antes presenciar una fuerte pelea entre los dos hermanos.
Continuará..
Comentarios
Publicar un comentario