A pesar de que su padre intentaba complacerla en todo, poco le iba a durar a Mei Li su alegría. Mientras paseaba a solas por el jardín de palacio contemplando las flores, pudo oír como la joven reina Masako convencía al rey, su padre, para que llegado el día del cumpleaños de Mei Li, ésta fuera prometida en matrimonio. El joven elegido no era otro que Taomin, el hermano de Masako, un joven vanidoso y arrogante al que Mei Li detestaba con toda su alma.
Furiosa, se dirigió a dónde estaba el rey y su esposa haciendo planes, pero su tío Hong-xiang la interceptó.
-¿No pretenderás desobedecer las órdenes de tu padre el rey,verdad?
-¿Acaso no os beneficia a vos que yo me oponga?-le contestó desafiante.
-A decir verdad sí, pero odio tanto a Taomin, como lo hacéis vos-respondió él,no he conocido a ningún joven tan estúpido y vanidoso como vuestro futuro marido. Luego riéndose para sí, se marchó en dirección hacia su palacete. Estaba claro que si ella se oponía aún había posibilidades de reinar. De hecho, esa misma noche tenía pensado envenenar a su sobrina de la forma más sutil. Un veneno que había obtenido días antes en uno de sus famosos viajes. Parecería muerte natural, al menos eso le prometió el hechicero.
Pero a Mei Li le quedaba una baza por jugar, su decisión de quedarse en este mundo tan falso o marchar definitivamente al mundo en el que era completamente feliz. Eso y a sus dos grandes amigos, Toshiro y Yoshi, que sin ella saberlo se habían dedicado a espiar al malvado Hong-xiang.
Pasó una semana sin dormir, llena de dudas de contrariedades.Pero lo tenía decidido, había tomado una decisión. Su padre quizás se enfadaría muchísimo, pero era el día de su cumpleaños y debía expresar su deseo.
Había llegado el día, en palacio había una enorme expectación por la fiesta. El príncipe Hong-xiang no podía ocultar su nerviosismo e impaciencia. Acariciaba con enorme ansiedad su anillo de rubíes dónde depositaba su mayor anhelo. Sus ojos brillaban de una forma muy especial y su rostro era de completa felicidad, tanta que incluso el rey, su hermano, estaba algo inquieto.
Empezó el baile y por la escalinata bajó Mei Li con un vestido de seda blanco, estaba más hermosa que nunca. Todos estaban maravillados por la belleza de la joven. Todos incluidos el joven Taomin, que estaba especialmente torpe esa noche. Un chambelán anunció su llegada. Al oírlo, Mei Li se quedó extrañada, su voz le era familiar y su mirada también. El chambelán le guiñó el ojo y le hizo una advertencia.
-Pase lo que pase no bebáis de ninguna copa ni os mojéis los labios, tu tío Hong-xiang planea envenenaros esta misma noche-le susurró mientras la conducía hacia dónde estaba el rey.
Ella asintió con la cabeza disimulando. No había duda, era su tío tío Shaoming, había adoptado forma humana para protegerla. Él también tenía la oportunidad por una vez en su vida de adoptar forma humana y reclamar su derecho al trono, pero había optado por hacerlo para salvar la vida de Mei Li.
Llegada la hora de anunciar su decisión, Hong-xiang astutamente propuso un brindis en honor a la joven. Shaoming al llevar la copa a Mei Li la derramó intencionadamente. Furioso Hong-xiang levantó su bastón para golpear a Shaoming, pero este interceptó el bastón partiéndolo en dos. Antes de que
Hong-xiang volviera a la carga, Mei Li llamó la atención de todos.
-Quiero que todo
el mundo me preste atención, en especial tú mi querido padre y tú también mi
ambicioso y mezquino tío.
Todos enmudecieron al oír esas palabras,
luego prosiguió.
-No es
preciso que te tomes tantas molestias en eliminarme querido tío, no deseo reinar.
No sería feliz entre gente retorcida y perversa como vosotros. Desde que llegué
a este reino solo he conocido la mentira, el odio, y la hipocresía. Empezando
por vos mi querido padre, que desterrasteis de vuestra vida a vuestra primera
esposa, mi madre. Intentáis mostraros bondadoso con los demás, pero no lo sois,
sois pura fachada. ¿Acaso pensáis que no me iba a enterar que desterrasteis
aquel mozo de cuadras y su familia a quien fingisteis
perdonar cuando yo estuve presente? Pues sabed que me enteré, y no creáis que
es lo único que sé de vos, se mucho más de vuestras injusticias.
El rey empalideció ante las palabras de su
hija. Luego su rostro se congestionó de la ira, y antes de poder desatar su
furia. Mei Li siguió hablando.
-Pero no os
preocupéis, ya tenéis vuestro castigo. Vuestra joven esposa está esperando un
hijo ¿verdad?
El rey volvió a
sorprenderse, era algo que solo sabía su esposa y él, la nueva noticia la
darían cuando el compromiso entre Taomin y Mei Li se hiciera firme. Ellos se
casarían y vivirían en el palacio del principado de las tierras del Este. Su
hijo, el heredero reinaría a su muerte.
-Siento aguaros
la fiesta, el hijo no es vuestro, si no de su cochero.
Las palabras de Mei Li se clavaron en el
pecho de su ambicioso padre sorprendido y herido en su orgullo miraba a su
joven esposa demandando una explicación convincente, mientras tanto su tío
Hong-xiang se reía divertido.
-Tampoco te
alegres demasiado tío, tú llevas intentando eliminarme desde el primer momento
en que nací, y lo acabas de intentar de nuevo hace escasos minutos. Pero te
comunico que mi tío Shaoming a quien has intentado golpear y rey legítimo de
este reino cambió las copas, de manera que el veneno te hará efecto en pocos
segundos. Antes de que te vayas a dónde procedes, que es el mismo infierno te
haré saber, que no reinaré aquí en este mundo de los humanos, un mundo
corrompido por las ambiciones humanas. Deseo volver al mundo de las mariposas
azules con mi tío, allí no nos regimos por la ambición, sino por la idea de justicia
y el equilibrio de la naturaleza. Dónde todos nos ayudamos y nos respetamos.
Así que con nosotros se acaba esta dinastía maldita.
Su tío se quedó agonizante en el suelo mientras que el rey lloraba amargamente por su desdicha. Ya no tendría descendencia, se sentía burlado por su propia esposa delante de todo el reino. Furioso ordenó desterrar a aquella mujer y él se marchó entristecido a su habitación. Durante varios meses estuvo encerrado hasta que tomó la decisión de entregar toda su riqueza y todos sus bienes a su pueblo y optó por unirse a los monjes del monte del eterno perdón.
Y así fue como Mei Li
volvió para siempre junto a sus amigos Toshiro y Yoshi y, su tío, el rey
Shaoming al reino de las mariposas azules dónde era feliz.
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