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Entradas

Reparadora de estrellas

En la inmensidad del espacio, una pequeña aeronave va completando su misión: reparar las estrellas que se han quedado a oscuras. En su contenedor espacial lleva cientos de ellas. Ha de llevarlas sin falta al taller del doctor luminoso.    El doctor luminoso es un eminente científico que tiene su laboratorio en una galaxia cercana. Aunque muchos dicen que es solo un científico algo chiflado, él sin embargo no ceja en su empeño en volver a dar luz a las estrellas averiadas. Y en eso está la pequeña Lucía en su aeronave espacial sorteando meteoritos y agujeros negros. Esta noche tiene como misión recuperar algunas estrellas revoltosas que corren como locas de un lado a otro, aunque algunos le llaman estrellas fugaces. Un momento, allá va una... -¡Lucía, Lucía Martínez despierta! -¡Eh, qué pasa seño!- contesta la pequeña. -¿Otra vez soñando despierta?- pregunta la profesora. -No, estaba pensando... -¿Pensando?-le pregunta la profesora... -En como dibujar una aeronave...

La loca de las caracolas

  El verano pasado, Judith, hizo una amiga muy especial, una mujer de mediana edad a quien todos llamaban "la loca de las caracolas" . La llamaban así porque iba por toda la playa recogiendo caracolas de todos los tamaños,  luego hacía extrañas esculturas con ellas. A Judith le pareció divertido y nada extravagante, aunque si lo fuese para muchos de los adultos y a pesar de que aquella mujer apenas hablaba su idioma, encontraron la forma de entenderse.    La loca de las caracolas aparecía cada mañana vestida de blanco y cubría su cabeza con su  viejo sombrero de paja adornada con pequeñas caracolas de colores y su pelo canoso al viento. Judith, al verla salía corriendo y la saludaba. luego volvía a dónde estaban sus padres para coger un cubo de plástico. Después salía corriendo otra vez hasta alcanzar a su amiga Margareth, que así se llamaba la loca de las caracolas. Aunque ese dato solo lo conocía Judith y sus padres. A sus padres no les importaba que...
 

Ballerina

La pequeña Lucía quiere ser bailarina para  bailar a la luz de la luna  entre un corro de luciérnagas  que la rodeen y la hagan brillar.  La pequeña sonríe  mientras mira su cajita  musical. Su abuela se la regaló cuando tenía miedo por las noches y empezaba a llorar. Ahora la mira ilusionada viendo a la bailarina al son de una melodía mientras gira sin parar. Lucía se calza sus pequeñas zapatillas y danza soñando con ser una gran bailarina en un teatro real. Y así, rendida, duerme la pequeña feliz cada día gracias a su cajita musical

Las aventuras de la bruja Melisa

    Os voy a contar las aventuras de la bruja Melisa, una bruja que en vez de miedo, da risa. Melisa es una joven alta y desgarbada, y también muy despistada. Tan despistada que a veces pienso que no se entera de nada.    Estudia cuarto de la ESO, pero su ilusión es estudiar Química en la Universidad y mejorar sus pócimas y recetas, para ser una bruja algo más coqueta. Pero tengo que decir que ayer en clase de Química, cuando hacían un experimento en el laboratorio, se armó un jaleo de mil demonios. Nuestra Melisa probó la mezcla de su probeta, y desde entonces los profesores dicen que está majareta.     Lleva dos días que ensaya en su casa de noche y de día, y por arte de magia todos sus hechizos se transforman en potaje de judías.     Esta mañana se ha levantado con mucha alegría, dice que tiene una gran idea. Ha tomado la decisión de hacer un cambio de estilo y peinado. Y ha decidido ponerse un zapato de cada color, pues comenta ...

¿Mamá existen las hadas?

Son las nueve de la noche y los dos pequeños de la casa acaban de cenar. -¡Alba, Sergio a dormir!!- grita su madre desde la cocina.  Los dos pequeños están en el cuarto de baño cepillándose los dientes antes de irse a su cuarto. La primera en terminar, como casi siempre es Alba. Rápidamente se va a su cuarto, pero Sergio corre por el pasillo y la adelanta mientras grita... ¡campeón Sergio!! Al momento, aparece en el cuarto su madre. -Mamá, cuéntame un cuento de hadas- le ruega la pequeña Alba. Su madre empieza el relato del hada de los bosques, encargada de proteger las estaciones, la vegetación y los animales...A mitad del relato, Alba le hace una pregunta a su madre. -¿Mami las hadas existen? -Claro que existen-responde su madre poniendo un gesto firme y serio. -¿Tú has visto alguna?-insiste Alba. Su madre se queda algo desconcertada, sin saber que responder. -Solo pueden verlas los niños de corazón noble-responde su madre saliendo del paso. -¿Pero tú has vi...

El viejo tiovivo

Era la primera vez que iba a visitar a sus abuelos maternos. La pequeña Natalia no perdía detalle de todo lo que iban viendo sus pequeños ojitos. Tanta curiosidad hizo que se marease, así que sus padres decidieron que lo mejor era parar en la gasolinera más próxima. Pararon en una gasolinera enorme con servicio de restaurante, tienda y área de descanso. Aprovecharon para comer algo y estirar las piernas. La pequeña Natalia pronto se despejó y estuvo jugando un rato con su hermana Clara y Coque, su perro. Tras descansar reanudaron el viaje. Natalia se durmió un ratito, pero al despertar y mirar por la ventanilla se dio cuenta de que estaban en otra gasolinera. Frente a la gasolinera, al otro lado de la carretera algo llamó su atención: era una casa enorme con un gran porche y en el jardín se amontonaban muchos cacharros de todos los tamaños, algunos algo oxidados, pero de entre esos cacharros sus ojitos se quedaron fijos en un viejo tiovivo. Dio un respingo en el asiento y pegó ...